La familia real de Noruega lleva meses sin protagonizar noticias positivas. A las polémicas familiares —el matrimonio de la princesa Marta Luisa de Noruega con el chamán, la detención y posterior puesta en libertad de Marius Borg, primogénito de Mette-Marit, y las constantes ausencias del rey Harald por motivos médicos— se suman los problemas de salud que atraviesan algunos de sus miembros y que perjudican al día a día de su agenda oficial. Fue en abril de 2024 cuando el monarca anunció que iba a reducir “de forma permanente” sus compromisos oficiales para no perjudicar la visibilidad de la monarquía. Pese a esa decisión, se niega a abdicar en favor de su hijo, el príncipe Haakon de Noruega, que al final es quien está ejerciendo de rey sin serlo. El rey apenas tiene citas en su agenda oficial, pero disfrutar de unas vacaciones sigue siendo su máxima prioridad.


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